Mochilas y chinchorros son algunos de los productos que teje y vende uno de los excombatientes como parte de su sostenibilidad económica. Como este, ya son 58 proyectos productivos individuales apoyados por el Gobierno nacional en La Guajira y Cesar, con una inversión cercana a 512 millones de pesos como parte de los beneficios socioeconómicos de la reincorporación.
Una tradición familiar de la etnia Wayúu en La Guajira ha vuelto a ser motivación para uno de los excombatientes que adelanta su reincorporación en el departamento del Cesar. Luego de haber dejado las armas hace más de cuatro años, hoy se dedica a tejer diversidad de artículos que orgullosamente vende en un parque de Valledupar.
Mochilas, chinchorros, garzas para bolsos y guaireñas (zapatillas) de diferentes colores y estilos son, entre otros, los artículos que comercializa en su proyecto productivo individual, el cual puso en marcha gracias al beneficio económico del proceso de reincorporación entregado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).
Como cuenta el excombatiente, el tejido es una práctica manual en la que toda su familia siempre ha participado. Desde pequeño, en una ranchería de Barranca (La Guajira), junto a su mama y hermanos, aprendió el arte de combinar tonalidades e hilos para lograr diferentes diseños en cualquiera de los productos que venden para el sostenimiento económico.
Una vez inició su retornó a la legalidad, no dudó en retomar ese camino, esta vez fortalecido con el acompañamiento, la asistencia técnica y el desembolso del capital semilla por parte de la ARN, que utilizó para la consecución de insumos que le han permitido ampliar el alcance de su negocio de artesanías, muy característico en esta zona del país.
“Yo lo que tengo son palabras de agradecimiento con los profesionales de la ARN. Ellos nos han tratado muy bien, nos han orientado, nos han dedicado tiempo y esperamos que nos sigan apoyando cuando lo necesitemos”, expresó el hombre de 30 años, que poco a poco ha ido materializando esos sueños que nunca perdió en los cinco años que permaneció en las extintas Farc-Ep.
Como este proyecto, ya hay 58 ideas de negocio individuales en marcha en los departamentos de Cesar y La Guajira, vinculando a 64 personas en proceso de reincorporación y sus familias.
Aunque por la coyuntura del Covid-19 el volumen de visitantes y de ventas ha disminuido, la producción de las confecciones se mantiene intacta. El excombatiente y su familia se reúnen bajo las pajas de sus rancherías a hilar los productos que luego trasladan por dos horas a Valledupar para visibilizarlos y comercializar la variedad de productos que ofrecen.
“Antes de la pandemia llegamos a vender 450 mil pesos en un día y eso para nosotros es bueno, esperamos que esto poco a poco se normalice para que también podamos mejorar los ingresos”, manifestó el excombatiente esperanzado, quien trabaja arduamente por sacar adelante a sus tres hijos y a su mujer.
Por su parte, la coordinadora de la ARN en los departamentos de Cesar y La Guajira, Angélica Agamez Solano, afirmó que “es muy satisfactorio ver que, con el acompañamiento de la Agencia, la población accede a estas oportunidades, fortalece sus capacidades y mejora su calidad de vida. Desde la ARN seguimos impulsando las acciones necesarias para aportar a la sostenibilidad económica de esas personas y la de sus familias en el territorio”.