La primera dama del Distrito, Silvana Puello, y el secretario de Gestión Social, Santiago Vásquez, activaron la nueva etapa de sensibilización que busca minimizar los índices de trabajo infantil.
Un total de 26 madres de niños y adolescentes que antes estaban en las calles exponiendo a sus hijos al trabajo infantil hoy son voceras, en el comienzo de esta nueva etapa, de sensibilización del proyecto ‘Por los niños del semáforo’, cuyo lanzamiento contó con la presencia de la primera dama del Distrito, Silvana Puello, y del secretario de Gestión Social, Santiago Vásquez.
Esta nueva etapa del proyecto ‘Por los niños del semáforo’, que comenzó este miércoles en la calle 98 con carrera 51B, busca erradicar el trabajo y la mendicidad infantil de las calles de la ciudad, dándole continuidad a las actividades realizadas por el Distrito en 2020.
A través de sus propios testimonios, el grupo de madres comenzó a sensibilizar a los ciudadanos acerca de por qué los barranquilleros ayudan más al no darles nada a los niños en los semáforos. Ahora son conscientes de que la calle no es un lugar para ellos y que sus hijos merecen espacios protectores.
“Con esta actividad nos volvemos a tomar las calles de Barranquilla, pero esta vez con 26 de las más de 120 madres que antes salían a las calles a pedir dinero con sus hijos y hoy son ellas quienes, a través de sus testimonios, van a ayudarnos a concientizar al ciudadano de que ayudan más si no dan”, expresó la primera dama.
Agregó que esta iniciativa hace parte de un proyecto integral con el que no solamente se restablecen los derechos de los niños, sino que también se les brinda ayuda a los padres a través de formación y de alianzas con empresas privadas.
Adriana Medina, beneficiaria del proyecto, es una de las madres que hace parte el programa. Entre lágrimas contó su testimonio: “Yo trabajaba en el semáforo de la 53 con 72, vendía agua y dulces en compañía de mi bebé de 22 días de nacido y mis otros hijos, pasaba ahí todo el día exponiéndolos al sol y los peligros de la calle. Pero un día llegaron unos ángeles allá, conversaron conmigo y ahora pertenezco a este programa y me siento muy agradecida porque después de eso entré en razón”.
Para ella fue clave entender que “el mejor futuro se crea en la casa y ahí me di cuenta que estaba haciendo mal, me senté una vez a hablar con ellos, les pregunté cómo se sentían y ellos me dijeron que se sentían cansados, no queremos ir más allá, no queremos seguir caminando, queremos acostarnos temprano y eso me pegó en el alma”.
El pasado 12 de junio se conmemoró el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, por lo cual el Distrito se tomó, junto a las madres, los mismos semáforos donde antes trabajaban y en los cuales ellas hoy sensibilizan al ciudadano para seguir gestionando el restablecimiento de los derechos de los niños y adolescentes que se encuentran en las calles.
El secretario de Gestión Social, Santiago Vásquez, insistió en el hecho de no dar dinero a los niños en las esquinas, ya que detrás de cada niño que está en los semáforos siempre hay un adulto que se beneficia.
“Los niños deben estar jugando, recreándose y en esta nueva fase estamos de la mano con 26 madres de familia que antes tenían a sus niños trabajando en las esquinas, los sueños de esos niños no se estaban dando, pero gracias a este importante programa estos derechos de los niños fueron restaurados. Ha sido muy importante el apoyo recibido por parte de la empresa privada. Definitivamente cuando la Alcaldía de Barranquilla, la empresa privada, la sociedad en general se unen los resultados son más contundentes y ese es el mensaje que estamos trayendo a los barranquilleros: ayudas más si no das”, anotó Vásquez.
Alianzas con el sector privado
A esta nueva etapa se unieron grandes empresas privadas por el bienestar de los niños y adolescentes barranquilleros como Finsocial, McDonald’s, Promigas y Gases del Caribe, que permitirán la sensibilización, capacitación, emprendimiento y empleabilidad de las madres que hacen parte del proyecto.
McDonald’s, por su parte, sensibilizará a sus consumidores por medio de mensajes para que formen parte del cambio y transformen la vida de los niños y adolescentes que ven vulnerados sus derechos por tener que trabajar o mendigar en las calles de la ciudad.