“Ahora me tocó mi turno, y mi hijo, deseoso de poder vacunarme, no lo hacía porque todavía no estaba preparada por la edad, pero no veía la hora de ponérmela y ya tengo la edad y me trajo a vacunarme”.
El hijo al que se refiere con las anteriores palabras Ingeborg Heins es el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins. “Aquí estamos dando el ejemplo que hay que vacunarnos”, contó la señora Ingeborg, de 66 años.
Desde que recibió el llamado de la EPS para programar la cita para recibir la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, la señora decidió que su hijo sería quien la acompañaría a cumplir este importante momento. Esperó pacientemente que el Gobierno nacional habilitara el rango de edad para obtener el fármaco que salva vidas.
El mandatario aseguró que asistió a la cita con la emoción de poder ver a su madre recibir la vacuna que le da la oportunidad de seguir protegiéndose.
“Hoy es un día que nos da mucha tranquilidad porque le estamos dando la oportunidad de que pueda rehacer un poco la vida con normalidad, que podamos asegurarnos de que la familia esté completa por muchos años. Es la única herramienta que tenemos para dar vida. Hoy estoy aquí como un hijo contento que esperó su turno y que hoy le está dando esa alegría a su madre y a la familia de saber que estamos un poco más protegidos”, contó el alcalde tras acompañarla en todo el proceso de vacunación.
El mandatario distrital contó que desde el inicio de la pandemia tuvo que alejarse un poco de su mamá, como medida preventiva. “Fue un año en el cual vi muy poco a mi mamá durante la parte más dura de la pandemia.
Cuando salía a la calle evitaba tener contacto con ella y sabíamos que teníamos que esperar hasta que llegara el momento de poderla vacunar”, recuerda el mandatario.