2.924 familias migrantes han recibido atención integral en Barranquilla, en 2022

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Desde 2019, el Centro de Integración Local para Migrantes (CILM) se ha convertido en el espacio de orientación y apoyo para esta población.

“Este centro me abrió sus puertas y la esperanza. Lo primero que obtuve fue orientación, pues desconocía las leyes de acá, derechos y deberes, ha sido esa mano amiga que me ha permitido avanzar, crecer y sentirme profundamente agradecida de Barranquilla y su gente maravillosa”.

Con esas palabras describe la inmigrante venezolana Stefany Bastidas el Centro de Integración Local para Migrantes (CILM). Ella, que llegó hace casi 6 años a Barranquilla para empezar de cero en la búsqueda de un mejor futuro, conoce de primera mano tanto las penurias que atraviesan los migrantes como las nuevas oportunidades que brinda el Distrito a quienes quieren vivir mejor en estas tierras.

La frase que el alcalde Jaime Pumarejo ha reiterado en varias ocasiones resume la política migratoria de Barranquilla: “No importa cómo te llames o dónde naciste, tienes derecho a la educación, a la salud, a la cultura, seguridad, empleo y mucho más. Barranquilla te pertenece”. Para eso se creó el CILM, que es la punta de lanza de los esfuerzos institucionales del Distrito para acoger a la población migrante.

“Llegué con la ilusión de encontrar una mejor calidad de vida para mis hijos y mi familia. No conocíamos a nadie, una situación muy difícil, fue salir de la comodidad de mi hogar en Maracaibo a un mundo incierto en Barranquilla, solos con dos maletas de ropa, lo único que teníamos”, relata la joven migrante, quien para completar las dificultades que pasaban se entera que estaba en embarazo de su cuarta hija.

Stefany, nacida en Maracaibo hace 28 años, y su familia llegaron a Colombia hace casi 6 años. Su esposo Joel Soto había llegado unos meses antes y ya establecido empezó a trabajar como tintero y logró arrendar una pequeña casa en el barrio El Ferry para esperar a su familia, que sorteando todos los peligros de las trochas fronterizas se atrevieron a migrar hacia a Barranquilla. Con su esposo y cuatro hijos de 12, 10, 6 y 4 años le tocó reinventar no solo una nueva profesión, sino toda una vida.

La llegada inesperada de esta niña a su hogar la llevó a buscar ayuda, a tocar puertas y aunque encontró muchas barreras un día llegó al Centro de Integración Local para Migrantes que lidera la Secretaría Distrital de Gobierno. 

El CILM es un espacio de orientación y referenciación para la población migrante, refugiada y retornada. Centraliza la oferta del Distrito y se realiza articulación y remisiones a la oferta de cooperación internacional, como alojamiento temporal, ayudas humanitarias, asistencias psicosociales. Asimismo, articula con organizaciones de la sociedad civil.

De líder del barrio a la formación técnica

Y es que en medio de todo Stefany se ha convertido en líder de su comunidad en El Ferry. Según cuenta, todo surgió para agradecer el apoyo que siempre ha recibido de sus vecinos. “Nunca olvidaré que entre todos hicieron una rifa y recaudaron dinero para regarle un televisor a mis hijos, eso me impactó, por eso decidí retribuir su apoyo con trabajo comunitario en el sector”, cuenta la joven migrante.

“Me postulé y pasé. Empecé a estudiar con muchos sacrificios, ya terminé la formación teórica y ahora estoy en la formación práctica en el Colegio Berckley School, me quedan dos semanas para terminar. El 22 de abril recibiré mi grado como Técnico Laboral por Competencias en Digitación y Transcripción de Documentos y Archivos Digitalizados en el Centro Inca”, dice con orgullo y lágrimas. Para ella, un gran premio a tantos sacrificios.

Esta convocatoria hace parte del programa Empleo para el Empoderamiento: Jóvenes en TIC, en Barranquilla. Una formación con recursos de Usaid -Acdivoca, en convenio con Centro Inca.


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